Estudios
Como ya dije en un comentario, antes de empezar a contar mi
experiencia respecto a los estudios, más bien la compaginación de estos con el
deporte, quiero agradecer a los compañeros de instituto, de universidad, profesores, directores, jefe de estudios y demás personas de los que
he recibido un gran apoyo y me han facilitado las cosas.
Como bien comentó alguien, para poder solicitar la beca
necesitas tanto resultados deportivos como académicos. En mí caso, en este
aspecto no he tenido problemas ya que siempre he sido una chica que ha podido
sacar los estudios. Las dificultades se encuentran en el poco tiempo al día que
disponemos para poder hacer tareas, trabajos y estudiar. Quitando las horas de
entrenamientos, de clase, de comidas y de dormir se quedarían como mucho en 3
horas al día. Esto en cursos de la ESO no es tan complicado pero en cuanto
llega bachillerato ya es otra historia… Además en los cursos de la ESO hay
otros factores que afectan como el primer año en el centro, el estar lejos de la
familia y llegar de nuevo a un instituto.
A las pocas horas
disponibles para el estudio hay que sumarle el miedo a pedir sesiones de
entrenamiento para poder incrementar esas horas. Me explico: en un principio no
te ponen pegas, necesitas estudiar, puedes pedir sesiones. Digo en principio
porque cuando a la hora de la verdad necesitas pedirlas ya empiezan las malas
caras o los comentarios como: ¿no has tenido tiempo el fin de semana para
estudiar? Muchos fines de semana teníamos competiciones sábado y domingo,
mañana y tarde, por mucho que empleásemos el tiempo restante era materialmente
imposible. Luego, cuando ya llevas un
par de sesiones que has faltado supuestamente “justificadas” empiezan los
comentarios: “estás faltando mucho”, “la asistencia es muy importante”, “con
las faltas que tienes no llegas al mínimo exigido de asistencia”, “como sigas
así no vas a poder pedir la beca al año que viene”… y más comentarios
encaminados a echarte en cara que estabas faltando. Si supuestamente eran
faltas “justificadas”, ¿por qué después nos daban charlas de que no podíamos
faltar tanto?
Llevaban control de
nuestra asistencia a clase, cosa que veo perfecta. Pero este control, no
parecía ser tan estricto cuando tenías alguna lesión y tenías que ir a
rehabilitación en horario escolar, ya que sólo tenían horario por la mañana y
no podías faltar a los entrenamientos. Al final del trimestre, también recibía
la charla oportuna por esas faltas a clase “justificadas” por rehabilitación.
Otra cosa que me molestaba, aunque de menor importancia, las
excursiones/intercambios. Si queríamos ir a alguna excursión de un día o más no
podíamos, siempre nos ponían pegas. Bueno, a todos no, al parecer se hacían
excepciones con algunos nadadores.
He dejado para el final una de las razones por las que deje
el centro. Este año tengo horario de tarde en la universidad (de 16:00 a 20:00)
que coincide con la sesión de tarde de entrenamientos del centro, por lo que
sólo podría acudir a las sesiones de la mañana. Hace unos años había una persona
que estaba en esta misma situación. Al principio le permitieron faltar a
algunos entrenos. Además tenía que salir antes de clase (tenía hasta las 22:00)
porque al día siguiente entrenaba a las 6 de la mañana. Con el tiempo la
situación cambio y no se le permitió faltar a los entrenos, por lo que no iba a
clase.
En cuanto supe que iba a tener clase por la tarde, se lo
hice saber al entrenador. Desde un principio me dejo bien claro que no podía
faltar a entrenar ya que había habido un caso y no era lo mejor. También se lo
comenté a la persona correspondiente que se encarga del centro. Me dijeron que había
una opción como habían hecho con otro nadador, me podían dar un papelito,
justificante o lo que fuera que me iban a hacer para no ir a la universidad y de
esta forma no perderme ningún entreno. ¿Dónde está aquí la preocupación por los
estudios? Yo tengo clase todas las tardes y en todas las asignaturas es
importante la asistencia.
Una vez más si queréis contar vuestra experiencia sobre los
estudios podéis hacerlo en los comentarios y creo que sobra decir que voy a
seguir contando mi experiencia.
Bajo mi humilde opinión, creo que ya que sois nadadores con alto rendimiento los entrenamientos se tendrían que amoldar a los horarios de ir a clase.
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EliminarEn primer lugar felicitar a alba por esta idea. Creo que será de mucha ayuda para mejorar el mundo de la natación y para los futuros nadadores/as que quieran entrar en el centro.
ResponderEliminarMe llamo mario asensio moreno, y entrené 1 año en este grupo. Mi experiencia inicialmente fue buena: me llevaba bien con los demás nadadores, mejoré mucho mis marcas... pero todo cambió a mitad de temporada. Los estudios no me iban del todo bien, y no me ayudaron a cambiar la situación. Lo primero era entrenar, así que, en el instituto, todo siguió igual. Tambien sufrí una lesión de hombro que me impedía nadar y hacer cualquier esfuerzo con el brazo. Sin embargo debía ir a entrenar y forzar al máximo para volver cuanto antes. Al final, hasta el año pasado sufría molestias por una mala recuperación. Mi mlestar crecía y no tenía ningún apoyo dentro de este grupo, ni de la directiva, entrenadores, ni de muchos de mis compañeros ( no de todos ). El compañerismo fue, en mi caso, prácticamente nulo, y como yo, en este sentido, había más gente que por respeto no nombraré ( aunque les animo a que lo cuenten ellos mismos ).
Creo realmente que no se cuida al nadador ni a la persona. Se persigue un objetivo, el rendimiento, y se olvida que detrás hay una persona, que en muchos casos como dijo alba, son niños de 13 o 14 años, que tienen una vida por delante, y se les intenta anteponer un deporte, y más concretamente, el rendimiento, que no es más importante a su estudio y a disfrutar de él.
Espero que mi comentario y todos los demás sirvan para ayudar a mejorar todo esto, y a recapacitar sobre qué personas hay a cargo de los nadadores, y si realmente están capacitados para ello.
Deberíamos saber que Alto Rendimiento Deportivo y Tecnificación Deportiva no son lo mismo. Los objetivos, exigencias y medios no son coincidentes. En este caso (tecnificación) se plantea el compromiso de cumplir con obligaciones deportivas y académicas previamente formuladas y aceptadas libremente.
ResponderEliminarPero no todo el mundo puede adaptarse a lo que esto exige. Según sus aspiraciones y capacidades todo nadador tiene cuatro alternativas: incorporarse a un programa de ARD; incorporarse a un programa de Tecnificación; participar de un programa en Club o practicar este deporte por su cuenta y riesgo. De esta forma cada deportista puede elegir. Siendo esto así, se hacen incomprensibles algunas quejas.
Todo esto parece evidente, pero no debe serlo tanto a la vista de algunas respuestas. Y es que el relato que compartes conlleva un sesgo confirmatorio. Muchos de lectores de este blog parecen buscar este sesgo para confirmar sus creencias y, a su vez, sus entradas refuerzan tu visión de la realidad. Esto te lleva a decir que la gran mayoría de las experiencias personales van en la misma dirección cuando no es así. La gran mayoría seguirá entrenando y estudiando en las mismas condiciones que tu lo hiciste y contemplará lo que aquí se escribe con bastante indiferencia (cuando no desprecio). Probablemente hayas vivido la experiencia desde ese lado.
Repito que la idea de compartir tus vivencias en un blog parece buena, pero la falta de verosimilitud en lo relatado siembra muchas dudas y vicia cualquier testimonio posterior. Por que sigue sin ser creíble que tus padres estuvieran al corriente de todo y que (desde los 14 años) fueras tú quien decidía volver a solicitar la beca deportiva cada temporada mientras su limitado papel era el de apoyarte en lo que tuvieras a bien resolver. Tampoco es creíble que soportaras lo que parece insoportable sólo por que “eres una luchadora” y “amas la natación” cuando podrías haber optado por otras condiciones deportivas, académicas y vitales más adecuadas a tus preferencias para seguir luchando y amando.
Es muy fácil hablar, sin ponerse en la piel de alguien que ha vivido esa experiencia.
EliminarEn este tema he de dar toda la razón a Alba. A mi me obligaron a marcharme del centro porque no me daban opción a faltar a dos entrenos por semana para dedicar esas horas a estudiar. Doblando sesión y entrenando fines de semana, desde mi punto de vista, creo que faltar a dos entrenamientos no hacia daño a nadie. Además de que mis resultados deportivos siempre han sido bastante buenos, pensé que me dejarían optar a esa opción a modo de compensación pero ya vi que me equivoqué. Digo que me obligaron a irme porque no me permitieron esa opción ni me dieron alternativas que me podían haber resultado útiles, lógicamente la elección de irme al final fue mía ya que dije que la natación no me iba a dar de comer por aquel entonces, pero fue a consecuencia de que me cerraron la puerta completamente, sino hubiese seguido ya que estar allí era lo que quería y me gustaba.
ResponderEliminarA todo esto, soy Diego Recio y a los que no escriben su experiencia u opinión por miedo les digo que no tienen por qué tenerlo, si me conocéis, entonces sabéis que por el cargo que desempeño actualmente en la natación yo tengo más que perder que vosotros y aún así creo que es una buena idea comentar las situaciones tanto positivas como negativas de cada uno de nosotros para así poder mejorar la natación en Castilla y León que bastante falta hace.
Estremecedor relato, Diego. Gracias por compartirlo por que tu valentía me anima a hablar de mi caso. Me pasó algo parecido: tuve un trabajo en el que se empeñaban en que hiciera ocho horas diarias, pero yo sólo podía hacer seis. No hacía daño a nadie, pero fueron inflexibles y me invitaron a que buscara algo en otro lugar. Yo quería seguir allí por que era lo que me gustaba, pero me cerraron la puerta.
EliminarPor el cargo que desempeño en el Instituto Europeo de Astrofísica no puedo revelar mi identidad, pero os animo a todos a compartir vuestros alucinados relatos.
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